jueves, 20 de enero de 2011

Vaca gris

El color gris no me gusta,
consciente de que la virtud,
es ahí donde se encuentra,
prefiero el blanco del papel, el negro de la muerte.

Equilibrio, mente sana y cuerpo escultural,
el simple nombramiento de éstas mis bostezos altera,
esto es algo que en lo establecido se queda y
con la sinceridad de bandera,
el tren no pasa, ni te espera.
¡Cógelo!

Para no perderme los verdaderos contrastes,
para ver el sentimiento del último tango,
para sentir mil horizontes,
para saborear el color del primer beso.

Sentada entre un negro y una blanca
veo a la vaca gris pasear con la mirada perdida
buscando al ladrón que la atraca
hundida en la virtud de la vida.

Y yo me pregunto, ¿quién soy?
El reflejo del espejo me lo rebela
La vaca muge con tristeza
seguida del gran convoy.

¿Te alistas al gran convoy o te excusas?
¿Te alistaron? ¡Oh! ¡Qué lástima!
Los que te alistaron, ¿también es necesario que te monten en el tren?
¡VENGA!

1 comentario:

  1. Tu poema trasluce melancolía y esperanza. A mí tampoco me gusta el gris, es el color de los tibios, de los que no toman partido. los que no se mojan. Prefiero el carmesí.

    Lo que es seguro es que este fin de semana será un poco gris por tu ausencia. Te echaremos de menos.

    PS: Me llama la atención la expresión "negro como la muerte". Porque, como sabrás, para los antiguos egipcios el negro era el color de la vida. Es debido a que el limo del Nilo, que daba la riqueza y prosperidad a Egipto, es negro.

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