En uno de mis paseos diarios por la red, encontré en http://miraycalla.blogspot.com/ unas pinturas que me encantaron. No sólo por el realismo y la calidad de las mismas sino por lo que está pintado y la forma en la que está pintado. Mujeres insinuando desnudez. Sinceramente, echaba de menos esa insinuación, ese morbo y elegancia de las curvas femeninas. Realmente sobrecogedor.
Les dejo unas imágenes de los cuadros que más me han gustado y el link del blog de Omar Ortiz, el pintor que lleva a cabo estas pinturas, de origen mexicano.
Te gusta el cuerpo femenino ¿verdad?
ResponderEliminarDesde luego, las pinturas son increibles... me han sorprendido las arrugas de los pies de la última imagen..
ResponderEliminarparecen fotos..
¿Que si me gusta el cuerpo femenino? Sería de mal gusto no considerar esa posibilidad con estos cuadros. La anatomía humana me parece maravillosa y sobre todo cuando está tan bien hecha y representada. Me sorprende que me preguntes esto ahora, ¿por qué no preguntaste nada cuando subí la foto del David de Michelangelo sobre el cuerpo masculino? Eso también es una exaltación de la belleza que se esconde en la perfección de la anatomía humana. Y en este último caso es la de un hombre.
ResponderEliminarPero contestando a tu pregunta; sí, me gusta el cuerpo femenino. :D
Y Elena,la verdad es que es increíble la capacidad de Omar Ortiz. Sus manos valen más que oro. Es increíble el trabajo que hace.
ResponderEliminarCoincido contigo, parecen fotos! ^^
Sí que es un gran pintor. La carnación y el drapeado son dos de los grandes desafíos de un pintor. Y el tratamiento hiperrealista escogido demuestra una técnica impecable.
ResponderEliminarLa que más me gusta es el cuadro de en medio: La Espera. Las dos posiciones de los cuerpos, extensión de los cabellos, color y pliegues de las telas, lo convierten en un ejercicio de virtuosismo.
La ventaja de los cuadros sobre las fotos es la calidez del óleo y la tela, la capacidad de modificar detalles que perfeccionan el impacto estético de forma sutil.
Los pintores románticos del siglo XIX como Ingres en "El baño turco", o Courbet en "El origen del mundo" son antecedentes directos de estas obras maravillosas.
PS: Gracias por permitirme seguir y comentar tus entradas.