"Peluches"

Y se sumergió entre los peluches que hacían de esa sala algo un poco más dulce... 
La mujer tuvo la oportunidad de ser la niña que un día dejó de ser. Esta oportunidad es algo prodigioso, ¿no? Todo el mundo dice que le encantaría volver a una edad pero sabiendo todo lo que ya sabe. Si de verdad tuviésemos la oportunidad, ¿la aceptaríamos? Esta mujer la aceptó. 
Cuando abrió los ojos estaba en una sala, alumbrada por una sola bombilla y una pared que reflejaba su apariencia juvenil. ¿Qué hacer? Avanzó sobre y hacia la nada. Pensando que aquello sería como un sueño, intentó utilizar la única herramienta que le podría llevar a otro lugar. La bombilla estaba lo suficientemente alta como para suponer un reto. No logró alcanzarla por mucho que fuera su empeño. Pasaban las horas y no ocurría nada. Ésta quiso ver a alguien al final de la larga sala. Se acercó entre una mezcla de agobio y esperanza. Cuando llegó sólo vio su reflejo. Por primera vez en mucho tiempo se vio ella misma. Vio su mirada y su aspecto. El reflejo intentaba copiar lo que ella hacía. Pero cuando se hartó de hacer monerías éste se dirigió a ella: -¡Mírame y dime la verdad! 
Ambas miradas penetraron la una con la otra, una llora mientras la otra ríe, una sueña mientras la otra se da cuenta de la realidad, una grita y la otra desespera, mientras una espera la otra actúa y así pasa la vida ante sus ojos...
Como en un sueño, llueve. Caen mulliditos y graciosos peluches que nos traen, con el viento y el agua, un recuerdo a infancia. ¡Pipipipi! ¡pipipi! ¡pipipipi! (Gritó el despertador). La mujer se acercó al espejo y su reflejo vio como una lágrima de felicidad cayó por la mejilla de su creadora... 
En este caso tu deseo era volver a la edad con esa experiencia casta y pura que te caracteriza. Pero nadie supuso lo que tú creías evidente, ese conjunto que faltó. ¿No crees que eres lo suficiente mayorcita como para saber que no todo es como uno imagina? Puede ser peor o incluso mejor, nunca tal cual. Sería aburrido ser tan predecible, ¿no?