sábado, 23 de abril de 2011

Tranquilidad...

Una conversación, por definición, es el entablamento de comunicación entre dos o más personas con una intención predeterminada por parte de alguno de los sujetos.
Pues hoy y ahora acabo de ser espectadora de la "no conversación" más ridícula y peligrosa de la historia de mi vida. Me explico. Un hombre que, por sangre, es de mi familia. Con tres dioptrias de miopía y sin lupas ni lentillas va conduciendo al límite de lo permitido (111 km/h ¡Oh! ¡Dios mío! ¡Qué contrariedad ese kilómetro de más!).Por si eso fuese poco, este individuo ha sido el protagonista de esa no conversación al teléfono. Resulta que podría ir tranquila en caso de que, a pesar de lo ridículo de la conversación al volante, fuese capaz de conducir en condiciones sin gafas y hablando por teléfono. Pero, ¡no! ¿Cómo puedo ir tranquila si se ha metido dos veces por dirección contraria en incorporaciones a la autovía y se ha parado en medio de la misma? 

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