¿Novedoso o tradicional?

Hace unos años me encerré en la burbuja más fina, delicada y bella, aquella que me alejaba de todo y me hacía ver con más claridad los problemas a los que me enfrentaba. ¿Novedoso o tradicional? ¿Qué elijo? ¿Cuántos cristales habrá que recoger si rompo los esquemas de la mente? Son las preguntas que me planteaba y luego, volvía a preguntar al mundo que pasaba frente a mí, cabreada: ¡¿Sabes qué?! ¡Prefiero pasarme la vida recogiendo cristales, cortarme y curarme, en ese orden! Al romper aquella dulce barrera con olor jabón entendí que, todo aquello a lo que me enfrentaba era tan subjetivo... Reflexiono y me digo: Depende de mí elegir lo tradicional o lo novedoso, pero, si elijo lo novedoso, los esquemas que rompo no son los míos. Esta escena definiría el "querer sutil y elegante". Me he dado cuenta perfectamente que he me chocado contigo, y sí, lo he hecho con toda la intención para llamar tu atención. Con el paso de los años mi sonrisa crece. Y crece por una razón. ¿La razón? He aprendido a curarme esas heridas, que un día me hice, yo sola.